Altair fue un pájaro que voló en busca de una estrella, de algo que lo iluminara, porque con luz se divisan todos los caminos, o el camino. Y a veces, cuando no hay camino, la luz sirve para ayudarnos en su creación, en la creación de los pasos y zancadas que nos atrevemos a dar, en busca de un acceso, de una vía, aunque con un poco de miedo.
Pero Altair no tuvo miedo de continuar andando, aunque al principio fuese muy complicado, porque estaba creando un nuevo lugar al que acercarse, en el que vivir, y lo que es más bonito, mediante la creación misma.
Altair fue también una estrella situada en alguna constelación del Universo. Aquellos que pasan muchas horas alzando su vista al cielo, dicen que en la del Águila... Pero fue una estrella cercana y cálida.
Una estrella aposentada a millones de años luz donde la energía es un cúmulo inimaginable y los agujeros negros están demasiado bien escondidos...
Una estrella que observaba la realidad y a veces la desfiguraba un poco para seguir creyendo en los sueños...
Altair fue magia, porque sabía como jugar y divertirse con la creación. Creación. Altair fue creación ante todo. Arte. Personas. Altair.
domingo, 9 de diciembre de 2007
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