domingo, 14 de agosto de 2011
domingo, 27 de junio de 2010
LA IDENTIDAD DEL ESPACIO
Exposición fotográfica: La identidad del Espacio,
de Juan Pedro García.
Juan Pedro García tiene una trayectoria consolidada en el mundo de la fotografía, tanto en la Región de Murcia como fuera de ella.
Juan Pedro es natural de Murcia, donde reside actualmente. Es licenciado en Derecho y Diplomado en Relaciones Laborales por la Universidad de Murcia, así como Diplomado en Lengua Italiana por la Universitá Degli Studi Della Tuscia Di Viterbo (Italia).
Su trayectoria es sumamente amplia, en el año 2003 resultó 2º clasificado en el premio de fotografía 2003 del suplemento "EL CULTURAL" del periódico El Mundo, con su obra "AUSENTE". Su obra: "prisionero-013" resultó premiada en la III Bienal de realismo y figuración contemporánea 2004, organizada por la galería CLAVE (Murcia), así como resultó finalista del certamen RENDIBÚ, sección videoarte 2006, del Ayuntamiento de Cartagena y en el periódico La Verdad.
Ha participado en exposiciones y proyecciones colectivas, destacándose sus exposiciones individuales en la sala de exposiciones José Caballero, casa de la cultura de Juan Ramón Jiménez, Puerta Humbría, Huelva; en los Rencontres Photographiques de Boutonnet-Montpellier (Francia), y en el Festival Internacional de Fotografía de París, sección OFF París.
Asimismo, ha publicado el libro "UN CUARTO OSCURO DIGITAL PARA EL FOTÓGRAFO DE B&W" y artículos sobre crítica e historia de la fotografía en la revista de arte "La máquina contemporánea".
En su obra se destaca, de un lado la reflexión artística sobre algunos de los temas de la problemática actual del hombre contemporáneo como son los de la inmigración, globalización, el consumismo, la ecología o la tecnología; y de otro, la preocupación porla aplicación te las teorías estéticas a sus creaciones.
La exposición se mantendrá abierta todas las tardes hasta el próximo 4 de Julio en la sala de exposiciones "El Convento".
lunes, 1 de febrero de 2010
Las moras negras, Agustín García Calvo
Creí que buscaba
las moras negras,
y encontré la rosa de zarza.
Creí que cogía
la rosa blanca,
y se hincó la espina en mis venas.
Creí que saldría
clavel caliente,
y brotó un arroyo de leche.
Creí que el arroyo
se hundía en tierra,
y fluyó al Océano verde.
Creí que era aquello
el verde Océano,
y era el río eterno de estrellas.
Creí que hallaría,
cruzando el cielo,
al Señor del todo y la nada.
Y sólo encontré
puñado de moras
que de amor en mi mano sangraban.
las moras negras,
y encontré la rosa de zarza.
Creí que cogía
la rosa blanca,
y se hincó la espina en mis venas.
Creí que saldría
clavel caliente,
y brotó un arroyo de leche.
Creí que el arroyo
se hundía en tierra,
y fluyó al Océano verde.
Creí que era aquello
el verde Océano,
y era el río eterno de estrellas.
Creí que hallaría,
cruzando el cielo,
al Señor del todo y la nada.
Y sólo encontré
puñado de moras
que de amor en mi mano sangraban.
sábado, 23 de enero de 2010
Debemos arrojar a los océanos del tiempo una botella de naúfrago siderales, para que el Universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que existió un mundo donde prevaleció el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.
Gabriel García Márquez
jueves, 22 de octubre de 2009
Viento de otoño
Viento de otoño
Hemos visto, ¡alegría!, dar el viento
gloria final a las hojas doradas.
Arder, fundirse el monte en llamaradas
crepusculares, trágico y sangriento.
Gira, asciende, enloquece, pensamiento.
Hoy da el otoño suelta a sus manadas.
¿No sientes a lo lejos sus pisadas?
Pasan, dejando el campo amarillento.
Por esto, por sentirnos todavía
música y viento y hojas, ¡alegría!
Por el dolor que nos tiene cautivos,
por la sangre que mana de la herida
¡alegría en el nombre de la vida!
Somos alegres porque estamos vivos.
José Hierro
lunes, 14 de septiembre de 2009
Supongo que me va bien
Ya no tengo mi infancia
ni los amigos de entonces.
No, no tengo mi infancia
ni los amigos de entonces
pero aún me queda la voz
y puedo llevarla donde vaya.
Supongo, pues, que me va bien.
Nunca he tenido dinero
pero aún me las apaño.
No, nunca he tenido dinero
pero aún me las apaño.
Muchas veces he cedido
pero nunca me incliné ante nadie.
Supongo, pues, que me va bien.
Problemas, problemas
se ciernen sobre mi mente.
Problemas, problemas
se ciernen sobre mi mente
pero los problemas del mundo, Señor,
son mucho peores que los míos.
Supongo, pues, que me va bien.
Nunca he tenido ejércitos
que se cuadraran bajo mi mando.
No, nunca he tenido ejércitos
que se cuadraran bajo mi mando
pero no necesito ejércitos
porque tengo un buen amigo.
Supongo, pues, que me va bien.
Me han pateado, azotado y pisoteado;
me han disparado igual que a ti.
Me han pateado, azotado y pisoteado;
me han disparado igual que a ti
pero mientras el mundo siga girando
yo seguiré girando también.
Supongo, pues, que me va bien.
Mi camino puede ser abrupto,
con piedras que me cortan la cara.
Mi camino puede ser abrupto,
con piedras que me cortan la cara,
pero algunos ni siquiera tienen camino
y han de estar siempre en el mismo lugar.
Supongo, pues, que me va bien.
ni los amigos de entonces.
No, no tengo mi infancia
ni los amigos de entonces
pero aún me queda la voz
y puedo llevarla donde vaya.
Supongo, pues, que me va bien.
Nunca he tenido dinero
pero aún me las apaño.
No, nunca he tenido dinero
pero aún me las apaño.
Muchas veces he cedido
pero nunca me incliné ante nadie.
Supongo, pues, que me va bien.
Problemas, problemas
se ciernen sobre mi mente.
Problemas, problemas
se ciernen sobre mi mente
pero los problemas del mundo, Señor,
son mucho peores que los míos.
Supongo, pues, que me va bien.
Nunca he tenido ejércitos
que se cuadraran bajo mi mando.
No, nunca he tenido ejércitos
que se cuadraran bajo mi mando
pero no necesito ejércitos
porque tengo un buen amigo.
Supongo, pues, que me va bien.
Me han pateado, azotado y pisoteado;
me han disparado igual que a ti.
Me han pateado, azotado y pisoteado;
me han disparado igual que a ti
pero mientras el mundo siga girando
yo seguiré girando también.
Supongo, pues, que me va bien.
Mi camino puede ser abrupto,
con piedras que me cortan la cara.
Mi camino puede ser abrupto,
con piedras que me cortan la cara,
pero algunos ni siquiera tienen camino
y han de estar siempre en el mismo lugar.
Supongo, pues, que me va bien.
jueves, 21 de mayo de 2009
Un legado
Cuando la poesía
Cuando la poesía abre sus puertas
.
uno siente que el tiempo nos abraza
.
.
una verdad gratuita y novedosa
renueva nuestro manso alrededor
.
cuando la poesía abre sus puertas
todo cambia y cambiamos con el cambio
.
todos traemos desde nuestra infancia
uno o dos versos que son como un lema
y los guardamos en nuestra memoria
como una reserva que nos hace bien
.
cuando la poesía abre sus puertas
es como si cambiáramos de mundo.
* Poema inédito de Mario Benedetti, de su obra en marcha de título provisional: Biografía para encontrarme
Defensa de la alegría, de Mario Benedetti
.
DEFENSA DE LA ALEGRÍA
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
.
DEFENSA DE LA ALEGRÍA
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
.
lunes, 18 de mayo de 2009
Perdurará el eco de la Palabra Hoy 18 de Mayo de 2009 fallece Mario Benedetti. Gracias por su poesía.
PASATIEMPO
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía
luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era océano
la muerte solamente
una palabra
ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros
ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
jueves, 14 de mayo de 2009
Soneto de la dulce queja, de Lorca
.
SONETO DE LA DULCE QUEJA
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.
*
Federico García Lorca, Sonetos del amor oscuro
SONETO DE LA DULCE QUEJA
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.
*
Federico García Lorca, Sonetos del amor oscuro
viernes, 20 de marzo de 2009
Ustedes y nosotros, de Mario Benedetti
Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial,
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.
Ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez,
nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien.
Ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom,
nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud.
Ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón,
nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función.
Ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal,
nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar.
Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial,
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial,
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.
Ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez,
nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien.
Ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom,
nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud.
Ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón,
nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función.
Ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal,
nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar.
Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial,
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.
domingo, 21 de diciembre de 2008
El mundo es un cuento.
Está lleno de monstruos, que no son dragones, pero escupen igualmente su fuego de odio y arrasan los hogares de la buena gente; tampoco son caballeros oscuros, aunque ciernen su alargada sombra sobre los desgraciados a los que imponen su silencio; ni brujas con pócimas maléficas y sin embargo el veneno corre por las calles como el ácido por las venas de un cuerpo atormentado.
También está repleto de héroes, que no portan una brillante armadura ni tienen superpoderes ni son recibidos por la multitud como hijos de dioses, pero luchan cada día con toda su alma por cambiar el triste camino de la historia para poder brindar una oportunidad a quienes nunca oyeron hablar tan siquiera de ella; se enfrentan a los malos armados tan sólo con su corazon noble y una esperanza inagotable; perecen en su lucha con coraje. Son olvidados sus nombres, pero sin ellos no podríamos sobrevivir.
Existen, además, princesas que esperan ser rescatadas de su torre, construida a veces, sin saberlo, por ellas mismas, a veces, por malvados hechiceros, y peinan su larga trenza suplicando al cielo que un príncipe azul, un caballo alado o una cara amiga las saque de su cárcel para siempre.
Nosotros somos un cuento. Somos al mismo tiempo monstruo, héroe y princesa y nuestra eterna incertidumbre es saber cuál de ellos vencerá en la batalla interior.
Está lleno de monstruos, que no son dragones, pero escupen igualmente su fuego de odio y arrasan los hogares de la buena gente; tampoco son caballeros oscuros, aunque ciernen su alargada sombra sobre los desgraciados a los que imponen su silencio; ni brujas con pócimas maléficas y sin embargo el veneno corre por las calles como el ácido por las venas de un cuerpo atormentado.
También está repleto de héroes, que no portan una brillante armadura ni tienen superpoderes ni son recibidos por la multitud como hijos de dioses, pero luchan cada día con toda su alma por cambiar el triste camino de la historia para poder brindar una oportunidad a quienes nunca oyeron hablar tan siquiera de ella; se enfrentan a los malos armados tan sólo con su corazon noble y una esperanza inagotable; perecen en su lucha con coraje. Son olvidados sus nombres, pero sin ellos no podríamos sobrevivir.
Existen, además, princesas que esperan ser rescatadas de su torre, construida a veces, sin saberlo, por ellas mismas, a veces, por malvados hechiceros, y peinan su larga trenza suplicando al cielo que un príncipe azul, un caballo alado o una cara amiga las saque de su cárcel para siempre.
Nosotros somos un cuento. Somos al mismo tiempo monstruo, héroe y princesa y nuestra eterna incertidumbre es saber cuál de ellos vencerá en la batalla interior.
domingo, 9 de noviembre de 2008
Cabra sola, de Gloria Fuertes
CABRA SOLA
Hay quien dice que soy como una cabra;
lo dicen, lo repiten, ya lo creo;
pero soy una cabra muy extraña
que lleva una medalla y siete cuernos.
¡Cabra! En vez de mala leche yo doy llanto.
¡Cabra! Por lo más peligroso me paseo.
¡Cabra! Me llevo bien con alimañas todas.
¡Cabra! Y escribo en los tebeos.
Vivo sola, cabra sola,
—que no quise cabrito en compañía—,
cuando subo a lo lato de este valle,
siempre encuentro un lirio de alegría.
Y vivo por mi cuenta, cabra sola;
que yo a ningún rebaño pertenezco.
Si sufrir es estar como una cabra,
entonces sí lo estoy, no dudar de ello.
(Poeta de guardia, Barcelona, ed. El Bardo, 1968).
Hay quien dice que soy como una cabra;
lo dicen, lo repiten, ya lo creo;
pero soy una cabra muy extraña
que lleva una medalla y siete cuernos.
¡Cabra! En vez de mala leche yo doy llanto.
¡Cabra! Por lo más peligroso me paseo.
¡Cabra! Me llevo bien con alimañas todas.
¡Cabra! Y escribo en los tebeos.
Vivo sola, cabra sola,
—que no quise cabrito en compañía—,
cuando subo a lo lato de este valle,
siempre encuentro un lirio de alegría.
Y vivo por mi cuenta, cabra sola;
que yo a ningún rebaño pertenezco.
Si sufrir es estar como una cabra,
entonces sí lo estoy, no dudar de ello.
(Poeta de guardia, Barcelona, ed. El Bardo, 1968).
viernes, 17 de octubre de 2008
Joan Margarit
Joan Margarit ha recibido hace poco el premio Nacional de Poesía. Para celebrarlo, recojo aquí un poema en catalán con su traducción castellana, tomado de Aguja de marear, donde además hay información sobre el autor.
LA PROFESSORA D'ALEMANY
En aquell Institut de la postguerra
hauria d'haver après una mica de grec
i haver sortit amb un vernís dels clàssics.
Però, si aprendre alguna cosa allí
ja era difícil, res amb menys futur
que l'alemany, llavors entre les runes
negroses de Berlín sota la neu.
La meva era una llengua perseguida
i la d'ella una llengua derrotada.
En una aula petita de la torre
on era l'Institut, en entrar a classe,
sempre me la trobava de genolls
fregant vora un cubell i parlant sola.
No sé alemany, i en general em queda
un mal record de tota aquella gent,
però mai no he oblidat el seu dolor.
Ara que passo comptes amb qui sóc
sento els genolls al fred de les rajoles
per esborrar el passat, com ella feia
amb la roja sanefa del mosaic.
Joan Margarit
LA PROFESORA DE ALEMÁN
En aquel Instituto de posguerra
debí haber aprendido algo de griego
y adquirido un barniz sobre los clásicos.
Pero, si aprender algo era difícil,
nada tenía aún menos futuro
que el alemán, cubierto por negruzcos
escombros de Berlín bajo la nieve.
La mía era una lengua perseguida
y la suya una lengua derrotada.
En un aula pequeña del chalé
donde estaba instalado el Instituto,
al entrar la encontraba de rodillas
fregando junto a un cubo, hablando sola.
No sé alemán y en general no tengo
buen recuerdo de toda aquella gente,
pero no olvidé nunca su dolor.
Ahora que paso cuentas con quién soy
siento en frías baldosas mis rodillas
mientras borro el ayer, como ella hacía
con la roja cenefa del mosaico.
Joan Margarit
LA PROFESSORA D'ALEMANY
En aquell Institut de la postguerra
hauria d'haver après una mica de grec
i haver sortit amb un vernís dels clàssics.
Però, si aprendre alguna cosa allí
ja era difícil, res amb menys futur
que l'alemany, llavors entre les runes
negroses de Berlín sota la neu.
La meva era una llengua perseguida
i la d'ella una llengua derrotada.
En una aula petita de la torre
on era l'Institut, en entrar a classe,
sempre me la trobava de genolls
fregant vora un cubell i parlant sola.
No sé alemany, i en general em queda
un mal record de tota aquella gent,
però mai no he oblidat el seu dolor.
Ara que passo comptes amb qui sóc
sento els genolls al fred de les rajoles
per esborrar el passat, com ella feia
amb la roja sanefa del mosaic.
Joan Margarit
LA PROFESORA DE ALEMÁN
En aquel Instituto de posguerra
debí haber aprendido algo de griego
y adquirido un barniz sobre los clásicos.
Pero, si aprender algo era difícil,
nada tenía aún menos futuro
que el alemán, cubierto por negruzcos
escombros de Berlín bajo la nieve.
La mía era una lengua perseguida
y la suya una lengua derrotada.
En un aula pequeña del chalé
donde estaba instalado el Instituto,
al entrar la encontraba de rodillas
fregando junto a un cubo, hablando sola.
No sé alemán y en general no tengo
buen recuerdo de toda aquella gente,
pero no olvidé nunca su dolor.
Ahora que paso cuentas con quién soy
siento en frías baldosas mis rodillas
mientras borro el ayer, como ella hacía
con la roja cenefa del mosaico.
Joan Margarit
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